¿En qué consiste el proyecto?

Los depósitos abandonados de residuos mineros consistentes en lodos de flotación procedentes de lavaderos de mineral suponen un problema medioambiental debido, sobre todo, a las concentraciones extremadamente altas de metales (por ejemplo Zn, Pb, Mn) y metaloides (por ejemplo As) que contienen.

A causa de la gran cantidad de depósitos abandonados que existen, es poco viable asumir los gastos y las dificultades técnicas de restaurar todos ellos por métodos como su retirada y transporte a vertedero o su encapsulado. Estas actuaciones deberían priorizarse cuando los depósitos entrañen un riesgo inaceptable por colapso y/o por su cercanía a poblaciones.

El fitomanejo puede complementar otras opciones más costosas, ayudando a reducir el riesgo de que los depósitos sean una fuente de dispersión de elementos potencialmente peligrosos, al mejorar sus suelos, facilitar el crecimiento de plantas directamente sobre ellos y mejorar el ecosistema.

¿Cómo lo llevamos a cabo?

1. Se emplean plantas autóctonas

Capaces de vivir en suelos con deficientes propiedades físicas, químicas y biológicas y contenidos extremadamente altos de metales. Las especies seleccionadas inmovilizan metales del suelo en sus raíces y rizosferas.

2. Se combinan siembras y plantaciones con árboles, arbustos y hierbas

Sirven para aumentar la cobertura vegetal a corto plazo, disminuir la erosión y promover la diversidad y el desarrollo funcional del ecosistema.

3. Se labra el suelo y se mejoran sus condiciones añadiendo enmiendas

Adicionando enmiendas procedentes de residuos orgánicos (biochar y compost de residuos urbanos) se contribuye a la economía circular.

4. El biochar eleva el pH

Contribuye a inmovilizar metales, mejora la estructura del suelo y proporciona materia orgánica de larga duración favoreciendo el secuestro de carbono.

5. El compost nutre el suelo

Principalmente esta compuesto por residuos urbanos procedentes del vertedero de la ciudad de Cartagena. Aporta, sobre todo, materia orgánica fresca y nutrientes minerales necesarios para las plantas y los organismos del suelo.

6. Se construyen fajinas

Son estructuras facilitadoras que ayudan a la mejora del suelo, al desarrollo vegetal y a la presencia de fauna.

7. Se construyen posaderos

Para incentivar la visita de aves frugívoras y favorecer así la dispersión de semillas.

¿Qué actuaciones hemos ejecutado?

742

ejemplares
plantados

5

especies
sembradas

feed

44

Fajinas compuestas por restos de poda de ramas de pinos de la zona.

6

Posaderos para incentivar la visita de aves frugívoras y así favorecer la dispersión de semillas.

Toda la madera utilizada para fabricar las fajinas, las banquetas y los posaderos procede de podas realizadas en los alrededores de la parcela. En la preparación del suelo y la adición de enmiendas ha colaborado Ingeniería del Entorno Natural. En la plantación, colocación de protectores, fabricación de las fajinas y banquetas y riego ha colaborado la Fundación Sierra Minera.

¿Cómo monitorizamos los resultados?

Se monitoriza el crecimiento de los 742 ejemplares plantados y se analizan las propiedades del suelo a lo largo del tiempo en toda la parcela piloto experimental.

Se mide altura y cobertura en proyección vertical de cada planta. Además, a los árboles (Tetraclinis articulata y Pinus halepensis) se les mide el ancho de tronco en la base.

¿Cómo evaluamos el efecto de las fajinas, la adición de las enmiendas y de ambos factores conjuntamente sobre las plantas y el suelo?

Para esto se han delimitado doce parcelas de 3 m x 10 m. En todas hay fajinas, pero en seis de ellas no se añadió enmienda. En cada parcela se han colocado plantas al lado de solana y al lado de umbría de las fajinas.  Regularmente, a cada lado de las fajinas se toman datos de temperatura y desprendimiento de CO2 del suelo, se colocan cebos (bait lamina) para valorar la actividad de los invertebrados edáficos y se  recogen muestras de suelo cada estación del año  para analizar sus propiedades químicas, físicas y biológicas.

El crecimiento de las plantas se mide a mano regularmente. La cobertura total en la parcela se evaluará por medio de imágenes tomadas por un dron al inicio y al final del proyecto.

Se utiliza un equipo CIRAS-2 para medir regularmente el desprendimiento de CO2 del suelo y valorar así la actividad microbiológica «in situ».

Se insertan en el suelo cebos (bait lamina sticks) para evaluar la actividad alimentaria de los invertebrados edáficos y se mide la temperatura del suelo regularmente.

Se valora el efecto de las enmiendas sobre la ecotoxicidad del suelo haciendo bioensayos con invertebrados edáficos.

Se evalúa regularmente el efecto de las siembras monitorizando la germinación de las semillas sembradas.

Se han instalado sistemas de foto trampeo para seguimiento de pequeños mamíferos y reptiles y trampas de caída para insectos. Además, se realizan recorridos para la observación de aves y otra fauna. Estas labores  se realizadan en colaboración con Biocyma.