La erosión favorece la presencia de laminaciones superficiales

Las lluvias de verano han contribuido a la erosión del suelo de la parcela en algunas zonas, dejando en superficie laminaciones de residuo minero endurecidas que, si bien perjudican el crecimiento de las plantas y propician la escorrentía, ralentizan la formación de cárcavas debido a su dureza.